Mi hermosa
vecina golpea mi puerta. Abro corriendo y ella me dice:
Mira, acabo de
llegar y estoy con unas ganas locas de divertirme, de emborracharme y de coger
toda la noche.
¿Estás ocupado
esta noche?
Contesto:
¡¡¡Claro que no!!!
Ella:
Entonces, ¿Me puedes cuidar a mi perrito?
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