sábado, 29 de octubre de 2016

El gato que vuelve a casa

Pedro odia al gato de su mujer porque, cada vez que se acerca a ella, éste no hace más que arañarle a traición sin que la esposa se dé cuenta y, harto de la conducta del gato, decide que ya es tiempo de deshacerse de él.

Lo mete en una bolsa negra de manera que el gato no pudiera ver y lo lleva en el coche a 20 kilómetros de su casa, donde lo deja abandonado.
Cuando vuelve a casa, el gato está sentado tranquilamente en el portal de la casa.

Nervioso, Pedro repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 kilómetros de su casa, en un basurero a orillas de la ciudad. Cuando Pedro vuelve a su hogar, de nuevo el gato está esperándolo, sonriente, en la puerta.

El hombre enfadado decide tomar otra estrategia que, de seguro, desorientará al gato; agarra al gato, lo pone en el coche y recorre 93 kilómetros al este, 30 al norte, 27 al oeste y 25 hacia el sur... Suelta el gato y emprende el regreso a casa a toda velocidad.

Al cabo de un rato, Pedro llama a su mujer por el móvil y le dice:
- Cariño, ¿el gato está por ahí?
- Acaba de llegar, ¿por qué, querido?
- ¡¡¡Pon a ese desgraciado al teléfono, que me he perdido!!!




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