En una institución política, es preciso cubrir una plaza de asesor de un diputado del Partido Robolucionario
Intencional. El encargado de reclutar al candidato, decide practicarles un test
fácil a los tres aspirantes de acuerdo con el perfil del puesto, y consiste en que
le cuenten del 1 al 10.
Llega el primer
candidato y comienza a enumerar:
- Uno, tres, cinco,
siete, nueve...
- Un momento joven ¿por
qué sólo menciona los impares?
- Bueno, es que en mi
puesto anterior fui cartero comercial y, como sabe, las casas van numeradas en pares
o impares de acuerdo al lado de la calle...
- Muchas gracias, que
entre el próximo candidato.
El siguiente entra, inhala
aire profundamente, se acaricia los dedos y comienza su retahíla:
- Diez, nueve, ocho,
siete, seis, cinco...
- Alto, alto, ¿usted siempre
cuenta en forma inversa?
- Es que, verá usted,
yo fui durante mucho tiempo quien daba la orden de salida en las carreras
contrarreloj y se me ha quedado la costumbre.
- Que pase el último
candidato, por favor.
- Un momento, antes
de empezar, ¿podría decirme que trabajo tenía usted antes?
- Sí señor, mi
trabajo anterior era de funcionario, le contesta el candidato.
- Muy bien, empiece.
- Uno, dos, tres,
cuatro, cinco, seis, siete, sota caballo y rey.
- ¡¡¡Contratado!!!
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